Siempre había ido a trabajar en tren. Cada mañana veía las mismas caras y la misma sombra sobre cada individuo que como yo esperaba en el andén a que llegase la primera locomotora de la mañana. Saludaba a la misma hora cada día, todos los días, a las mismas personas, pero aquel día, no recuerdo cuantos años hace exactamente, algo diferente cambió mi vida. En aquel instante no lo comprendí, pero tiempo después pude entender que significó para mí la chica de triste sonrisa y añoranza en la mirada.
Como decía esperaba en el andén cuando ella irrumpió en la estación y lleno de luz todos y cada uno de sus rincones, incluso los que todos llevábamos incrustados en las entrañas. Era una mujer joven, no especialmente bella pero con al halo de misterio que encandilaba incluso al más frío de los que allí nos encontrábamos.
Llevaba un vestido gris, que jamás se quitó en los meses en que coincidimos. Dicen, yo no lo sé, que la pobre no tenía ni para comer, pero yo creo que ese vestido era para ella una especie de tesoro, que suavemente acariciaba cuando sus pensamientos y su mirada se perdían en algún rincón de su memoria. Tal vez penséis que son sensiblerías lo que os digo, pero las caricias que vi que le regalaba a esa tela escondían más amor que el que mucho hemos sentido jamás. Caminaba ausente a los cientos de ojos, que como yo, la observábamos. Era una cara nueva en nuestra anodina monotonía. Sus zapatos de tacón apenas rozaban el suelo. Volaba ante nosotros y con ella esa luz que hacía desaparecer el frío de nuestras almas. No lo creas pero esa chica era algo más que una chica. Era algo más. Se sentó en uno de los bancos de madera de la estación y clavó su mirada en la vía. Esperando.
Jamás habló con ninguno de nosotros. Todas las mañanas acudía a la espera del primer tren sentada en aquel banco y se iba a última hora de la noche. Nunca reclamó para ella aquel lugar, pero nadie, fuese un pasajero habitual u ocasional, osó usurpar su trono. Un par de semanas después de su llegada empezaron a surgir las conjeturas. Llegaron a decir que se había escapado de un manicomio o que simplemente estaba loca, pero nadie de los que cuchicheaban se molestó en mirarla a los ojos. Yo sí lo hice. No fue tarea fácil. Sus ojos se escondían tras unos párpados que seguro cansados de cargar con tanta tristeza ahora caían sin fuerza sobre su mirada. Sólo una vez pude verlos y un escalofrío recorrió mi ser. Aquella joven esperaba el amor. Le habían dicho que llegaría en uno de aquellos trenes, pero se negaba a creerlo y dejó que se fuese aquel en el que viajaba su amor. Ahora, tal vez arrepentida o tal vez esperanzada, volvía cada mañana a sentarse en su banco a simplemente esperar. No estaba loca como todos lo entendemos, estaba loca de amor. De un amor que por su terquedad había dejado escapar. Sentí pena por ella en aquel momento. Ahora, años después, lo que siento es envidia. Si, envidia. Ella si sintió amor. Dejó de lado su vida para recobrarlo. Nadie haría eso si no fuese verdadero ese sentimiento.
La acompañé sin que se percatase en su espera meses hasta que una mañana hallé sobre su banco un sobre arrugado y desgastado, seguro por la mezcla de lágrimas y dolor. Nunca supe más de ella pero dicen que se quitó la vida arrojándose a la vía del tren que meses antes ya se la había arrebatado al llevarse al hombre que había escrito esa carta. A día de hoy no he conseguido leerla, creo que no soy merecedor de ser partícipe de su historia. Sólo sé que hizo que comprendiese que existe el amor verdadero y que por nada de este mundo, terquedad, orgullo … debemos dejar escapar ese tren. Yo no lo hice. Y tú?
PD: ME GUSTARÍA QUE TODOS LOS QUE LEÁIS ESTE TEXTO DEJASEIS UN COMENTARIO. JAMÁS OS LO HE PEDIDO, PERO ESTA VEZ ES IMPORTANTE PARA MÍ. GRACIAS
UNA PEQUEÑA PAUSA EN MI DESCONEXIÓN.
ResponderEliminarUN BESO
PD: ana si lees esto feliz cumpleaños cielo. espero ver muchos cumpleaños más. mil besos y sé feliz
Yo no dejé pasar el tren. Lo cogí como para dar un paseo y nunca me arrepentiré. Los paseos se convirtieron en viajes a dos. Y los dos a veces somos sólo uno.
ResponderEliminarHemos perdido o dejado escapar muchos trenes, a otros nos aupamos y son simples viajes de cercanias. Los transiberianos tampoco resultan cómodos, en ocasiones nos dejan demasiados sinsabores, a pesar de las emociones que nos producen durante el viaje.
Querida Seo que el año que en breve comienza consigas todo lo que desees.
Un abrazo.
NOVA
Yo dejé escapar ese tren. De hecho ayudé a que se escapara con mis fantasmas, miedos, inseguridades y complejos. Luego...nunca volví a la estación. Seguramente aquel fue mi tren, mi único tren
ResponderEliminarUn gran bésix con achuchón mañanero
Lindo post!.., se echaba de menos leerte!!!
ResponderEliminarUn besazo,nena!!!
Yo he tomado ya varios trenes, pero todos eran trenes de cercanía, trenes que coges y dejas porque te llevan a un sitio y sabes que ya no te llevaran a ningún lado, así que sigo esperando ese tren que me lleve a muchos sitios y que no me apetezca bajarme, un beso y me alegro de leerte de nuevo.
ResponderEliminarHoy el Jardín está de fiesta, celebra su primer añito y te ha dejado un mimito para ti, pásate a recogerlo cuando quieras.
ResponderEliminarBesitos.
Precioso escrito, se te extrañaba,a veces he pillado ese tren, otras sin embargo me he quedado esperando en la estación, viendolo partir sin hacer nada, aun sabiendo q no volveria.
ResponderEliminarBesos, mi niña.
uff...seo...me has erizado la piel. He mirado en la misma dirreccion que tu y lo vi... no hay lugar para lamentos, sino para la accion. Acaba con las hienas que muerden tu corazon ,acallando sus gritos....y salta hasta el interior de ese tren.
ResponderEliminarBajo la lluvia, con los azotes del viento ,ocultandome bajo un manto de nieve....aqui estoy si mi alma me lo dice.
Precioso y reflexivo post...
Un beso mi niña...
Me encanta tu blog
Feliz año 2010¡¡¡
Mi querida niña tal vez yo soy mas realista y lo veo de la siguiente forma:
ResponderEliminarPorque piensas que dejaste marchar ese tren? como sabes que era el tren definitivo si nunca subiste?
Te podia haber salido bien o mal, nunca lo sabras por eso mismo no debes quedarte con la sensacion de que era el "unico".
Sal a la calle mira el sol tan precioso que hace hoy (a pesar del frio) respira hondo y piensa en lo bonita que es la vida y la cantidad de trenes que van a llegar a tu estacion.... y dusfruta de todos y cada uno de ellos, aportara algo especial a vida.
Y tal vez algun dia llege el tren de largo recorrido...
Besitos de tu nube.
Por supuesto que el amor verdadero existe, nuestra alma gemela, nuestro otro yo, ese que nos complementa....y cuando aparece debemos sonreir, solo sonreir.
ResponderEliminarA veces hay que hacer "de tripas corazón" y entender que todo ocurre por algo, lo bueno y lo menos bueno, y que tal vez lo que parece un final sea el comienzo de algo mejor.
Te mando un privi por la otra casita que tenemos para que veas una cosa, ¿vale?
Besitos dulces.
que tendrán los trenes y los andenes, que tantas veces los nombramos en nuestros texto... me encantó el escrito, pero siempre digo algo en lo que creo firmemente... en la estación siguen pasando trenes, y aunque añoremos uno hasta lo más profundo, tenemos que saber ver los siguiente trenes, que paran frente a nuestra estación..
ResponderEliminarMuchos besos desde el abismo, Silvia
Yo creo que lo estoy dejando pasar en este mismo momento, pero no sé si podré subirme en él ahora mismo :(
ResponderEliminarMe has puesto la carne de gallina Seo.
Espero que te vaya todo bien.
un beso!
Te he dejado algo por mi blog
Yo creo que lo estoy dejando pasar en este mismo momento, pero no sé si podré subirme en él ahora mismo :(
ResponderEliminarMe has puesto la carne de gallina Seo.
Espero que te vaya todo bien.
un beso!
Te he dejado algo por mi blog
Tocas un tema que me afecta de una forma especial. Mi hermano se suicidó arorjandose a las vías del tren de cercanías.
ResponderEliminarY te respondo: No sé si ese tren existe realmente, pero lo que no debemos dejar escapar por nada del mundo es la posibilidad de vivir hasta el límite, sea de la forma que sea. encontral un amor, por supuesto, genial.
Un gran abrazo. Feliz Navidad!
pues hay veces que no es que dejes ir el tren, sino que corres y corres para alcanzarlo, pero el tren no te corresponde no es para ti, bueno al menosen mi caso, correr tanto termina frustrandote te deja cansada y lastimada, entonces decides esperar otro tren o irte del anden para siempre aun no se que decision e tomado yo, muy linda tu historia de hecho todas las que escribes me gustan me recuerdan a mi en todos los aaspectos (menos claro "Andrea" que es una historia diferente daaaa que ironico yo me llamo andrea jeje)siento como si los huviera escrito yo, me definen cañoon, escribes mega genial y bueno jeje ya tienes una nueva seguidora cuidate muuucho nos estamos escribiendo!!!!
ResponderEliminarYo, que soy ferroviario te puedo decir que el tren que pasa por la estacion si no subes a el no volvera, y creeme, es mejor cogerlo que no haberlo echo nunca. Un superbesazo de @nimo. (K)!!
ResponderEliminarBajé del tren y la tomé en mis brazos...
ResponderEliminarNunca más tuvo que esperarme.
Un abrazo. Bonita historia.
sin palabras, solo te puedo decir que me ha encantado, que me has puesto la piel de gallina y que segun lo estaba leyendo me he ido trasportando a ese anden...
ResponderEliminarSeo...
ResponderEliminarMe has dejado helada, sin palabras, con los pelos como escarpias.
Yo dejé pasar ese tren una vez. Mis inseguridades, mis miedos y mis debilidades hiceron que lo perdiera. Intenté volver a cogerlo, pero ya era tarde. Y entonces comprendí la frase 'los trenes solo pasan una vez'. Y ojalá no hubiera tenido que haber aprendido esa lección.
Lo superé y seguí adelante, y me prometí a mí misma no volver a tirar otra oportunidad. Pero no ha vuelto a pasar ningún tren al que quiera subir, o por lo menos, no con la misma intensidad con la que lo hizo él.
Un beso enorme niña.
Esta historia la guardaré para mí, gracias por mostrárnosla.
Es una historia muy triste, pero que realmente se ve en cada esquina, en cada calle...No entiende de tiempos, ni de lugares...Cada persona que va pisando charcos bajo la lluvia, la que se acuesta rodeada de fotos en una habitacion de hotel solitaria, la que celebra sola la Navidad a la luz de unas velas que no tienen nada que alumbrar.....
ResponderEliminarUn texto hermoso
Feliz Año!
Como dices tu misma, SEO, en la estación pasan muchos trenes. Si dejastes escapar uno, aunque quizás fuera el que mejor te vendría, seguro que agarras otro. Lo que no puede hacerse, creo yo, es lamentarse y vivir del pasado. Lo hecho, hecho está. Un bonito escrito, SEO. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminar*Y a veces el tren llega, sin previo aviso, y ni siquiera lo hace en la estación.
Un beso y feliz 2010.
En la estación de la vida, solo hay un tren k trae el amor perfecto, ese no llegara; x k ese amor perfecto hay k construirlo de a poco, con lagrimas quizas, con su cuota de desepciones seguro, pero con gran esperanza, para k al final de nuestros dias nos encontremos con nuestra obra maestra. :)
ResponderEliminarEl tren a pasado por mi vida hasta hoy y verdaderamente, en dos ocasaciones pero, si se ha ido, no ha sido por mi causa... Y aunque el arrepentimiento a llegado en algún momento para esos trenes.. ya ha sido tarde.
ResponderEliminarSaludos y feliz Año Nuevo!
Hola niña!! digamos que yo soy de la que coge cada tren que le pasa por la vida, arriesgandose a ganarlo o perderlo todo, y sabes por qué? porque prefiero arrepentirme de haberlo cogido que de quedarme en la estación viendolo marchar. ;)
ResponderEliminarMil besos
Realmente, ¿qué quieres que te digamos?.. ¿Que es un texto precioso,.. que te deja la piel de gallina, y que posiblemente, no podría estar mejor escrito? .. Creo que eso ya lo sabes Seo. Magnífico! :)
ResponderEliminarMe recuerda a la película de "Siempre a tu lado: Hatchicko" porque vi la pelí el viernes.. (preciosa, ¡dicho sea de paso!) .. Y nada, que si.. que yo también dejé mi tren marchar.. Supongo que todos tenemos algo por lo que esperar, ¿verdad?
Un beso Seo, y feliz año!
Tus letras encierran el misterio necesario para atrapar al lector hasta el final del texto, me gustó.
ResponderEliminarUn excelente año!
Ufffff, tu relato maravilloso, ni una de las comas sobra, me ha atrapado de principio a fin; pero el tema... No puedo hablar de amor ahora, al menos, no de amor verdadero, porque a ese ya no lo espero y en lugar de frecuentar andenes, prefiero ir a los aeropuertos, con más destinos, más oportunidades, aunque sean efímeras, aun siendo indiferentes.
ResponderEliminarBss
Hola Seo, una historia muy triste pero bella.
ResponderEliminarYo no se cual es el tren bueno, por decirlo de alguna manera, solo se que creo haberle dejado pasar, aunque como digo nunca sabemos cual será el autentico.
Besos.
Mi querida Seo... no, no dejé pasar el tren del amor. Estoy en él, con sus descarrilamientos y a veces malos funcionamientos, pero también hay viajes fantásticos que borran los malos ratos.
ResponderEliminarMe encantó el relato, sinceramente terminé llorando. Pero bueno ya sabés de mi sensiblería verdad??
Un beso enorme, me alegro que te haya gustado como quedó el blog, aunque todavía le faltan unos pequeños detalles.
Besotes
Dicen que los trenes pasan una vez en la vida, dejarlos marchar en ocasiones hacen que nuestro camino cambio y tome un rumbo diferente... Lo importante es como te encuentres tu, como te encuentras????
ResponderEliminarbesotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, siempre que quieras...
¿porque pensar que si estas en la estación es para subir a un tren y no para que alguien baje junto a ti? los trenes pasan, las estaciones también
ResponderEliminarkute.
Yo estoy esperando todavía que el tren me me toca llgué, pero cuando ese día vnega estoy dispuesto a no perder oportunidad en tomarlo.
ResponderEliminarToma el tren que creas conveniente, ya el tiempo dirá si es el que correspondía. No lo dejes ir
Un beso.
Yo solo puedo decirte que todo el tiempo estuve con la piel erizada,orgullo y terquedad no deben ir unidos al amor,pero quizás cuando lo comprendes ya es demasiado tarde,me alegro que tú no lo hicieras.
ResponderEliminarBesos de aquellos...locuelos y sonrientes ;)
Ufff... vaya historia! ¿Basada en hechos reales? Desde luego es estremecedora.
ResponderEliminarUn besote, Seo.